21 años viéndoos crecer, también a los árboles, las plantas y flores. Este año nos ha respetado la lluvia, tan nuestra, dejándonos un día bonito, donde los cisnes esperaban con impaciencia ver caballetes, lienzos, pinturas y a los amigos que los pintan de mil formas. Pintar, dibujar, aunque no lo parezca, nos ayuda a crecer y a observar cosas que de otra forma se nos escapan. Por eso, sois especiales, porque elaborar un cuadro está lleno de decisiones, de miradas, de dialogo personal con el entorno, con uno mismo. La posibilidad de hacer nuevos amigos, de mirar diferente y de ser más conscientes de la fragilidad de las cosas, de las formas, los colores, la luz. Seguro que es la plaza más pintada del mundo o de las que más. Seguid pintando y así nos vemos el año que viene. Eskerrik asko!.